domingo, 21 de septiembre de 2008

Entre el Cielo y el Mar.

Se fue sin despedirse de nadie, sin decir adiós.
Dejó sus libros, sus ilusiones, dejó su razón.
Dejó su casa, sus ambiciones, todo por Su Amor.

Pasó ya el tiempo y nadie sabe de Él, dicen que vive entre los cerros y el mar.
Dicen que sueña con un mundo de sol, de mucha paz.

Dicen que sólo su hijo sabe de Él, él supo ver Su corazón y Su amor.
Dicen que un día volverá a esta tierra… a volar.

(Pablo Herrera)

viernes, 29 de agosto de 2008

LO VERTICAL


Al mismo tiempo que “lo horizontal”, existe otra dimensión del ser humano que reconoce nuestra naturaleza como seres completos…

Todos portamos un anhelo de realización, de profundidad, de paz, de gracia y gloria… que muchas veces tratamos de encontrar en objetos o personas que nos lo otorguen (pareja, plata, carrera, hijos, casa…) pero que por la propia naturaleza de este anhelo, nunca lo encontraremos en el mundo de lo horizontal, porque se trata de un impulso de realización profundo, alto, noble y que no depende de las circunstancias externas.

En todos nosotros está el germen de esta búsqueda, sin embargo hemos desarrollado un mundo que pretende la obtención externa de lo que sólo podemos encontrar dentro; un mundo que busca la realización en la bulla en vez de en el silencio, en la actividad incesante en vez de en el centramiento, en el amor externo en vez de en el amor extenso y profundo.

Solemos enfrentar esta búsqueda con la idea de que “tal nivel de realización” no es para nosotros, como si sólo fuera para “iluminados” o privilegiados… olvidando que Jesús, Buda, Sai Baba, Amma y tantos otros, nos muestran que la realización es parte del camino humano.

Cómo será permitirnos entrar en nosotros y escuchar lo que SOMOS y queremos en ESENCIA ?! Los que se conectan con ello… hacen maravillas, no sólo para sí.

Visitar:
www.sathyasailatino.org/su_obra.html
www.saibabachile.cl
www.sathyasai.org/
www.amritapuri.org/
www.ammachi.es/

martes, 25 de marzo de 2008

Lo Horizontal

Supermercado, cuentas, madre, pie de limón, dolor de rodilla, hermanos, patente del auto, sobrevivir, felicidad, gastos, colegio, matrimonio, jefe, vacaciones, diplomado, sexo, miedo, rabia, deseo, alegría, frustración, deseo, alegría, frustración, deseo, alegría, frustración, deseo…

Miro esta lista, puedo ver que resulta interminable, puedo ver en ella la vida de tantos de nosotros… pero no puedo ver realización detrás de esta colección de expectativas y deseos. Cada uno de estos asuntos pertenece al mundo “horizontal”, de nuestra relación con las cosas de este mundo (incluidos nosotros mismos).

“…es que cuando salga del colegio… cuando me case… cuando me titule… cuando junte X plata… cuando me gane el Kino…”. Un deseo tras otro, todos vividos con la inocencia de que “ese si” nos dará la felicidad o lo que cada uno pretenda. Imagina lo que más quieras, tu mayor deseo… una vez que lo consigas y ya te hayas aburrido de él, inventarás otro… y así sucesivamente como una canción sin fin. Ya lo hemos hecho con todos nuestros deseos anteriores, porqué sería diferente con los que vienen?

Parece que este “mundo horizontal” simplemente no puede cumplir la promesa de la plenitud; su propia naturaleza lo impide, porque está hecho de deseos aislados, y ellos provenientes de egos aislados que se contradicen y luchan entre si… tan lejos de la plenitud, de la unión, tan lejos de comprender la talidad integrada en la que estamos inmersos, tan lejos de la realización que cada uno de nosotros anhela en lo profundo.

Y lo profundo, como lo alto… no se encuentran en la dimensión horizontal. No confundir horizontal con vertical.